Balance

Considero que empezar a escribir suele ser un poco complejo, se me vienen muchas palabras e imágenes al mismo tiempo y, algunas veces, no logro traducirlas como quisiera. Por más tiempo que le dedico a la lectura –trato de leer a diario, es una adicción, es mi droga- no logro encontrar mis palabras, termino sumergido en un estado vegetativo, mi mente se transforma en un “vacio existencial” ante toda la información que le suministro a diario. Si bien, cada día selecciono diferentes lecturas y/o capítulos de algún autor que estoy consultando, no logro comprender el por qué aquellas lecturas que “me tocan” a fondo, que me obsesiono con los temas que me interesan, a tal punto que no dejo de pensar en ello todo el tiempo; y si todo fluye de esa forma, no entiendo porque carajos me siento como un imbécil a la hora de escribir.
Ahora bien, tratando de salir de ese estado de coma mental-lingüístico en el que he estado los últimos meses, les daré mi balance personal acerca de lo que me ocurrió en este año:
1. Por fin logré concretar la idea de mi proyecto de grado: “Elaborar un proyecto de investigación-creación, que indague en la manipulación de la voluntad del otro como estrategia de producción de una obra de arte contemporánea, mediante la vinculación del video-performance, con el fin de generar un cuerpo de obra crítico sobre los fenómenos de la sociedad y la cultura”. Mierda!! Siento que es un proyecto muy ambicioso pero sin nada de miedo, que se venga lo que sea porque estoy dispuesto a no quedarme callado frente a la mediocridad académica que invaden los espacios iconoclastas del bloque H.
2. El haber llegado a autores como Peter Sloterdijk, Jacques Lacan, Gilles Deleuze, Slavoj Žižek, Hal Foster, Arthur Danto, Julia Kristeva, Zygmunt Bauman. Además, a bloggers como Oscartruma, Pepa Papanatas, La Piscina Vacía, Apuntes Críticos. Todos ellos y ellas han aportado significativamente a mis procesos académicos, críticos y personales a través de sus visiones y experiencias en los diferentes campos en que se desenvuelven.
Aunque suene paradójico, cada uno de ellos son como mis piedras en el zapato, que tallan y estorban constantemente, pero afortunadamente ahí están. Cada uno de ellos aporta a mis obsesiones: Lacan no deja de sorprenderme y cuestionarme acerca de Lo Real. Foster, es el más ninja de todos, tiene la valentía y la osadía de decir que la pantalla-tamiz de Lo Real está fracturada, y que por medio de esta fractura podemos observar/alcanzar el estadio de Lo Real. Žižek un visionario y crítico de la realidad y Lo Real contemporáneo. Sloterdijk, el más plus de todos, en medio de su fenomenología/ontología del espacio recrea las más fina y sutil crítica filosófica de la contemporaneidad. Deleuze, un monstruo, el más complicado –al menos para mí- de este año, pero nos seguiremos dando la garra con el Cuerpo Sin Órganos. Bauman, un autor imprescindible en la actualidad, bastante acertadas sus lecturas.
3. El estar tan sumergido en la lectura me ha llevado a estados más solitarios, y en alguna medida, al alejamiento de mi familia y amigos. Cada vez soy más consciente de ello, que pasan los días y no quiero ver ni hablar con nadie, hasta cierto punto “me dan pereza”, pero sé que en algún momento se van a revertir las situaciones: que ellos me tendrán pereza. “Todo arrepentimiento es inútil” escribió Dostoyevski, por esa razón no doy explicaciones ni disculpas de mis actos y decisiones, simplemente espero tolerancia por parte de los otros.
4. Retomando el punto anterior debo decir que no entiendo porque algunas personas esperan algo de mí: que les escriba, que las llame, que les ayude, que viaje, etc. Por favor, no lo hagan, bastante tengo con mis problemas a resolver para comprometerme con otros. Y reconozco que es una mirada muy egoísta ante los demás pero no tengo la disposición para hacerlo y tampoco quiero ser hipócrita con los demás.
5. Este año fue el de la participación colectiva en dos eventos expositivos, el 41 Salón Nacional de Artistas e Imagen Regional VI. Dos balances muy diferentes, en Imagen Regional creo que cada vez se consolida la propuesta del Museo TECMIT, como una obra que conjuga el humor y la ironía a través de lo mítico. En cambio, en el salón nacional las propuestas de las curadurías regionales se vieron opacadas –al menos para mí- ante el despliegue y la producción que llevaron a cabo en la Sagrada Familia, de lejos lo mejor del salón nacional. De todas formas plausibles que la administración de Cali y del Ministerio de Cultura se hayan dado la garra con impulsar a ésta ciudad como “capital cultural” (no se me ocurre otra denominación) en el 2008 en Colombia.

No sé si las cosas cambiarán para los próximos meses. Por lo pronto un abrazo.